jueves, 24 de noviembre de 2011

Luis Barragán

Durante su niñez paso bastante tiempo en la hacienda de corrales en Mazamitla,lo cual influyo mucho para reflejar esas experiencias vividas durante su niñez en su creación artística, teniendo como resultado una definición en el estilo mexicano universal.Luis barragán tuvo un interés por la arquitectura paisajista y los jardines. Obtuvo el premio nacional de arquitectura en 1996 pero obtuvo el reconocimiento en 1980 cuando se hizo acreedor del segundo Pritzker de la historia.

Publicado por Patty Roca y Cristina Muñoz

Arquitecto Enrique Seoane Ros (publicado por: Jenifer Tello y Claudia Castillo)

Nació en Lima, el 12 de enero de 1915. Estudió en La Inmaculada. A los 15 años participó en las intervenciones y reformas en Lima; la transformación de la ciudad. En 1921, se cambió la Av Leguía a la actual Av Arequipa. Se realizaron nuevas urbanizaciones como Santa Beatriz. Además, se valora la presencia del automóvil como fuente de transporte por la ciudad para obtener una nueva visión. También hubieron nuevas edificaciones y nuevas propuestas que ieron notadas por Seoane.

Primó la Arquitectura Académica, basándose en la Escurla de Bellas Artes de París; siendo el mayor ejemplo el Palacio de Gobierno. Asimismo, en las nuevas construcciones hubo secuencia y continuidad para poder mantener coherente a la ciudad.

Para recuperar la cultura peruana, Seoane se influenció en los movimientos mexicanos. Todo para reflejar la cultura local a través de la arquitectura. Por ejemplo, Manuel Piqueras diseñó la fachada de las Bellas Artes coj motivos prehispánicos y coloniales. Se gestó la cultura peruana por su riqueza, reflejando otras ciudades como Ayacucho y Arequipa, en donde creció Seoane.

Destacó por su gran destreza en el dibujo, conocimiento del estilo, dominio de la composición y habilidad de diseño. Se basó en los valores de la cultura peruana y propuso arquitectura contemporánea con raíces locales.

En conclusión, Enrique Seoane se adapto a la época en la que vivía para posee así plasmar nuestra cultura a través de la arquitectura.

Publicado por Jenifer Tello y Claudia Castillo

Storyboard sobre el problema escogido

PUBLICADO POR GERARDO VARGAS JIMENEZ



miércoles, 23 de noviembre de 2011

espacio ideal para un estudiante de arquitectura

Mi cliente: francesca .
 El horario de ella es bastante cambiante es por ello que realize una serie de anlisis y pasos para poder crearle el espacio ideal.
Primero empese por su rutina, sus horarios y sus hobbies, para ello realize un cuadro con las actividades y espacios que nesecitaria para esto.Luego un conjunto de ideas de lo que le gustaria tener en cada espacio (como se siente ella mas comoda).

POR LAS MAÑANAS:
 actividades --> asearse,cepillarse los dientes,bañarse,cambiarse,desayunar.

POR LAS TARDES :
 "no esta en su casa ya que se encuentra en la universidad, por lo tanto almuerza fuera de casa."
actividades --> (lunes y miercole) ella realiza trabajos de taller y dibujo y empieza a las 4 p.m
POR LAS NOCHES:
Actividades --> come algo ligero,ve television y luego realiza sus trabajos ya sea para taller o dibujo

Despues de haber anlizado todo esto, relize un cuadro donde estaban sus necesidades y actividades adicional a esto coloque los espacios y el mobiliario.

PUBLICADO POR CRISTINA MUÑOZ

martes, 1 de noviembre de 2011

NECESIDADES (Cliente : Patricia Roca )

Por : Claudia Castillo Laulate
Este proyecto consta en realizar/ crear un espacio ideal para un estudiante de arquitectura, en  mi caso me toco mi compañera Patricia Roca.








Como bien se muestra en los cuadros ella realiza diversas actividades y presenta varias necesidades.
Mi clienta necesita un espacio amplio para poder trabajar sus proyectos de la universidad, ya sean maquetas, dibujos, tareas con mayor facilidad y énfasis.
Necesita que su cuarto de estudio sea iluminado.
El ambiente debe ser fresco, y ortogonal.
También necesita un perchero detrás de la puerta principal para poder ordenar mejor sus cosas.
Necesita  un panel para poder organizar mejor su tiempo.

Trabajo individual(cliente: Claudia Castillo)

Por : Ana Patricia Roca Quicaño
Mi cliente mayormente se levanta a las 8:00 am , mientras que por las tardes se dedica a realizar sus trabajos pendientes y en ese lapso de tiempo de rato en rato se toma unos minutos para relajarse .
Ella a al darme mas datos de su vida diaria :
y algunos espacios que le gustaria tener:

y Claudia me menciono a la vez que le gustaria :
  • Vivir en un espacio ortogonal.
  • los espacios no deben de ser tan grandes.
  • espacios iluminados y calidos
  • le gusta el orden
  • los espacios amplios
  • su sal de estudios tiene que ser un lugar aislado y tranquilo
  • le gusta el sonido del mar y por ello quisiera tener un lugar cercano con vista al mar.

jueves, 27 de octubre de 2011

Proyecto Individual (Necesidades, Acciones, etc.) - Jenifer Tello

Mi "cliente" es Gianfranco Vitteri, quien tiene una rutina repetitiva cada semana. Para poder analizar sus acciones y necesidades, elaboré una lista de sus actividades diarias:

Mañana: - Aseo, cambio y desayuno
               - Esperar la combi para ir a la universidad
               - Clases
Tarde: - Almuerzo (2-3pm)
           - Salir de clases (3-6pm)
Noche: - Comer
            - Ver televisión, entrar a Facebook
            - Maquetas (11pm-3am)

Así, toda esta rutina se repite diariamente según el horario de la universidad y el fin de semana:


Gracias a ello, se puede elaborar un cuadro comparativo entre las necesidades y actividades:


Asimismo, hay ciertas particularidades de Gianfranco, que me parecen interesantes e importantes para poder elaborar un espacio personal:

- Es desordenado, ansioso, complejo, daltónico
- Le gusta la luminosidad, las cosas armadas por el hombre
- Prefiere pocas paredes y más ventanas en su cuarto
- Le gustan los colores sobrios
- Diferencia lo privado de lo público de una manera concreta
- Quiere que su espacio sea escondido y en desniveles
- El exterior orgánico y el interior ortogonal

En conclusión, pude observar que Gianfranco necesita un espacio amplio, definido, con desniveles y luminoso; que le permita trabajar cómoda y tranquilamente, en las amanecidas, y en donde pueda sentirse ordenado en su desorden.


Publicado por Jenifer Tello

miércoles, 26 de octubre de 2011

TRABAJO INDIVIDUAL ( CLIENTE:macarena tirado)



                                             cliente : macarena tirado

NESECIDADES

- Dormir - cama mediana
- Mesa para dibujar
- Cocina (chica) - refrigeradora
- Mueble mediano
- Mobiliario

                                          Perfil de mi Cliente

Es una persona que tiene todas sus cosas de belleza en el bano, es por ello que a la hora de diseñar el respectivo ambiente tiene que tener muebles mucha iluminacion natural y artificial, corriente teniendo en cuenta que es un espacio donde hay agua.
Con respecto al cuarto que es el lugar donde practicamente hace todas sus labores de universitaria tiene que ser bien espacioso y mucha iluminacion y tener la cantidad adecuada de muebles.
por eto lado una salita para que ves television o pueda relajarse el cual debe de estar conformado por un mueble donde pueda estar comoda .

Mi cliente se levanta a las 11 donde toma desayuno a las 2 almuerza  y de 3 a 10 es el tiempo donde para en la universidad, esta accion lo repite de lunes a viernes.

los sabados y domingos mantiene el mismo horario con respecto al desayuno y almuerzo, y el tiempo restante que queda del dia lo emplea para hacer  otras actividades ya sea ir a pasear, estar con la familia, ditraerse etc.






diseñador:  jesus elias sagastegui reategui

lunes, 24 de octubre de 2011

Oscar Niemeyer (por Gerardo Vargas Jimenez)


Oscar Ribeiro de Almeida Niemeyer Soares Filho (Río de Janeiro, Brasil, 15 de diciembre de 1907) es un arquitecto brasileño Seguidor y gran promotor de las ideas de Le Corbusier, es considerado uno de los personajes más influyentes de la arquitectura moderna internacional. Fue pionero en la exploración de las posibilidades constructivas y plásticas del hormigón armado.
Nació en Río de Janeiro y después de graduarse por la universidad de Brasil en 1935, Niemeyer trabajó con Le Corbusier en los innovadores planos para el ministerio de Educación y Salud de Río de Janeiro (1936). En 1939 realizó el Pabellón brasileño para la feria mundial de Nueva York y en 1943 la residencia Peixoto. A finales de esta década se le encargó realizar en el suburbio de Belo Horizonte el teatro municipal (1946) y el edificio del gobernador. Otro de sus trabajos es la polémica iglesia de San Francisco, tan radical en su estructura que su consagración se pospuso 16 años después de su finalización en 1959. Su reputación internacional le viene de su audacia e imaginación. Su obra tiene un carácter ambiental de gran fuerza, ya que Niemeyer busca adaptar los edificios a las condiciones del medio ambiente, al hacer convivir grandes volúmenes con espacios vacíos de manera inusual. Otra característica de sus edificios es que se elevan sobre pilotes de acero y hormigón. En la década de 1950 fue el arquitecto organizador de los edificios oficiales de la ciudad de Brasilia. A partir de 1960 ha trabajado indistintamente en su país y en el extranjero, realizando diversos conjuntos arquitectónicos en Alemania, Gran Bretaña, Italia, Argelia o Francia, entre otros países







"No es el ángulo recto que me atrae, ni la línea recta, dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer preferida




Catedral Metropolitana Nossa Senhora Aparecida - Brasilia







Museo Oscar Niemeyer





Museo de Arte Contemporaneo-Niterói







jueves, 6 de octubre de 2011

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Corte y Planta - Claudia Castillo L.

La Insignia

Obra de Julio Ramón Ribeyro:
 
"LA INSIGNIA"
 
"Hasta ahora recuerdo aquella tarde en que al pasar por el malecón divisé en un pequeño basural un objeto brillante. Con una curiosidad muy explicable en mi temperamente de coleccionista, me agaché y después de recogerlo lo froté contra la manga de mi saco. Así pude observar que se trataba de una menuda insignia de plata, atravesada por unos signos que en ese momento me parecieron incomprensibles. Me la eché al bolsillo y, sin darle mayor importancia al asunto, regresé a mi casa. No puedo precisar cuánto tiempo estuvo guardada en aquel traje que usaba poco. Sólo recuerdo que en una oportunidad lo mandé a lavar y, con gran sorpresa mía, cuando el dependiente me lo devolvió limpio, me entregó una cajita, diciéndome: "Esto debe ser suyo, pues lo he encontrado en su bolsillo".
Era, naturalmente, la insignia y este rescate inesperado me conmovió a tal extremo que decidí usarla.
Aquí empieza realmente el encadenamiento de sucesos extraños que me acontecieron. Lo primero fue un incidenbte que tuve en una librería de viejo. Me hallaba repasando añejas encuadernaciones cuando el patrón, que desde hacía rato e observaba desde el ángulo más oscuro de su librería, se me acercó y, con un tono de complicidad, entre guiños y muecas convencionales, me dijo: "Aquí tenemos libros de Feifer". Yo lo quedé mirando intrigado porque no había preguntado por dicho autor, el cual, por lo demás, aunque mis conocimientos de literatura no son muy amplios, me era enteramente desconocido. Y acto seguido añadió: "Feifer estuvo en Pilsen". Como yo no saliera de mi estupor, el librero terminó con un tono de revelación, de confidencia definitiva: "Debe usted saber que lo mataron. Sí, lo mataron de un bastonazo en la estación de Praga". Y dicho esto se retiró hacia el ángulo de donde había surgido y permaneció en el más profundo silencio. Yo seguí revisando algunos volúmenes maquinalmente pero mi pensamiento se hallaba preocupado en las palabras enigmáticas del librero. Después de comprar un libro de mecánica salí, desconcertado, del negocio.
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Durante algún tiempo estuve razonando sobre el significado de dicho incidente, pero como no pude solucionarlo acabé por olvidarme de él. Mas, pronto, un nuevo acontecimiento me alarmó sobremanera. Caminaba por una plaza de los suburbios cuando un hobre menudo, de faz hepática y angulosa, me abordó intempestivamente y antes de que yo pudiera reaccionar, me dejó una tarjeta entre las manos, desapareciendo sin pronunciar palabra. La tarjeta, en cartulina blanca, sólo tenía una dirección y una cita que rezaba: SEGUNDA SESION: MARTES 4. Como es de suponer, el martes 4 me dirigí a la numeración indicada. Ya por los alrededores me encontré con varios sujetos extraños que merodeaban y que, por una coincidencia que me sorprendió, tenían una insignia igual a la mía. Me introduje en el círculo y noté que todos me estrechaban la mano con gran familiaridad. En seguida ingresamos a la casa señalada y en una habitación grande tomamos asiento. Un señor de aspecto grave emergió tras un cortinaje y, desde un estrado, después de saludarnos, empezó a hablar interminablemente. No sé precisamente sobre qué versó la conferencia ni si aquello era efectivamente una conferencia. Los recuerdos de niñez anduvieron hilvanados con las más agudas especulaciones filosóficas, y a unas disgresiones sobre el cultivo de la remolacha fue aplicado el mismo método expositivo que a la organización del Estado. Recuerdo que finalizó pintando unas rayas rojas en una pizarra, con una tiza que extrajo de su bolsillo.
Cuando hubo terminado, todos se levantaron y comenzaron a retirarse, comentando entusiasmados el buen éxito de la charla. Yo, por condescendencia, sumé mis elogios a los suyos, mas, en el momento en que me disponía a cruzar el umbral, el disertante me pasó la voz con una interjección, y al volverme me hizo una seña para que me acercara.
- Es usted nuevo, ¿verdad? -me interrogó, un poco desconfiado.
- Sí -respondí, después de vacilar un rato, pues me sorprendió que hubiera podido identificarme entre tanta concurrencia-. Tengo poco tiempo.
- ¿Y quién lo introdujo?
Me acordé de la librería, con gran suerte de mi parte.
-Estaba en la librería de la calle Amargura, cuando el...
- ¿Quién? ¿Martín?
- Sí, Martín.
-!Ah, es un colaborador nuestro!
- Yo soy un viejo cliente suyo.
- ¿Y de qué hablaron?
-Bueno... de Feifer.
-¿Qué le dijo?
-Que había estado en Pilsen. En verdad... yo no lo sabía
-¿No lo sabía?
- No -repliqué con la mayor tranquilidad.
- ¿Y no sabía tampoco que lo mataron de un bastonazo en la estación de Praga?
- Eso también me lo dijo.
-!Ah, fue una cosa espantosa para nosotros!
-En efecto -confirmé- Fue una pérdida irreparable.
Mantuvimos una charla ambigua y ocasional, llena de confidencias imprevistas y de alusiones superficiales, como la que sostienen dos personas extrañas que viajan accidentalmente en el mismo asiento de un ómnibus. Recuerdo que mientras yo me afanaba en describirle mi operación de las amígdalas, él, con grandes gestos, proclamaba la belleza de los paisajes nórdicos. Por fin, antes de retirarme, me dio un encargo que no dejó de llamarme la atención .
-Tráigame en la próxima semana -dijo- una lista de todos los teléfonos que empiecen con 38.
Prometí cumplir lo ordenado y, antes del plazo concedido, concurrí con la lista.
-!Admirable! -exclamó- Trabaja usted con rapidez ejemplar.
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Desde aquel día cumplí una serie de encargos semejantes, de lo más extraños. Así, por ejemplo, tuve que conseguir una docena de papagayos a los que ni más volví a ver. Mas tarde fui enviado a una ciudad de provincia a levantar un croquis del edificio municipal. Recuerdo que también me ocupé de arrojar cáscaras de plátano en la puerta de algunas residencias escrupulosamente señaladas, de escribir un artículo sobre los cuerpos celestes, que nunca vi publicado, de adiestrar a un meno en gestos parlamentarios, y aun de cumplir ciertas misiones confidenciales, como llevar cartas que jamás leí o espiar a mujeres exóticas que generalmente desaparecían sin dejar rastro.
De este modo, poco a poco, fui ganando cierta consideración. Al cabo de un año, en una ceremonia emocionante, fui elevado de rango. "Ha ascendido usted un grado", me dijo el superior de nuestro círculo, abrazándome efusivamente. Tuve, entonces, que pronunciar una breve alocución, en la que me referí en térmios vagos a nuestra tarea común, no obstante lo cual, fui aclamado con estrépito.
En mi casa, sin embargo, la situación era confusa. No comprendían mis desapariciones imprevistas, mis actos rodeados de misterio, y las veces que me interrogaron evadí las respuestas poque, en realidad, no encontraba una satisfactoria. Algunos parientes me recomendaron, incluso, que me hiciera revisar por un alienista, pues mi conducta no era precisamente la de un hombre sensato. Sobre todo, recuerdo haberlos intrigado mucho un día que me sorprendieron fabricando una gruesa de bigotes postizos pues había recibido dicho encargo de mi jefe.
Esta beligerancia doméstica no impidió que yo siguiera dedicándome, con una energía que ni yo mismo podría explicarme, a las labores de nuestra sociedad. Pronto fui relator, tesorero, adjunto de conferencias, asesor administrativo, y conforme me iba sumiendo en el seno de la organización aumentaba mi desconcierto, no sabiendo si me hallaba en una secta religiosa o en una agrupación de fabricantes de paños.
A los tres años me enviaron al extranjero. Fue un viaje de lo más intrigante. No tenía yo un céntimo; sin embargo, los barcos me brindaban sus camarotes, en los puertos había siempre alguien que me recibía y me prodigaba atenciones, y en los hoteles me obsequiaban sus comodidades sin exigirme nada. Así me vinculé con otros cofrades, aprendí lenguas foráneas, pronuncié conferencias, inauguré filiales  a nuestra agrupación y vi cómo extendía la insignia de plata por todos los confines del continente. Cuando regresé, después de un año de intensa experiencia humana, estaba tan desconcertado como cuando ingresé a la librería de Martín.
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Han pasado diez años. Por mis propios méritos he sido designado presidente. Uso una toga orlada de púrpura con la que aparezco en los grandes ceremoniales. Los afiliados me tratan de vuecencia. Tengo una renta de cinco mil dólares, casas en los balnearios, sirvientes con librea que me respetan y me temen, y hasta una mujer encantadora que viene a mí por las noches sin que yo le llame. Y a pesar de todo esto, ahora, como el primer día y como siempre, vivo en la más absoluta ignorancia, y si alguien me preguntara cuál es el sentido de nuestra organización, yo no sabría qué responderle. A lo más, me limitaría a pintar rayas rojas en una pizarra negra, esperando confiado los resultados que produce en la mente humana toda explicación que se funda inexorablemente en la cábala".

ESPACIOS (por Jenifer Tello)

¿Qué es el espacio?

Para mí, un espacio es delimitado por las masas que lo rodean, siendo el principal y más importante elemento en la construcción arquitectónica. Puede ser clasificado por su forma, por su función; además de que no todo lo percibe de la misma manera. Queriendo decir que la subjetividad de un espacio esta relacionada directamente con su objetividad, ya que una persona puede encontrar en un espacio público, un espacio personal; o viceversa. Este depende de la percepción del que lo observa.
Asimismo, los espacios dentro de una edificación, o fuera de ella, delimitan el recorrido del observador y están interconectados por diferentes elementos que permiten realizarlo.
De esta manera, como dijo Platón "es el receptáculo de todo lo que existe", refiriéndose a que sobre el espacio es donde se crea la arquitectura.

Igualmente, podemos encontrar espacios a nuestro alrededor; espacios abiertos, cerrados, públicos, privados, personales, libres, etc. Por ello, al dirigirnos al edificio Cronos, encontramos varios espacios de los cuales me interesaron más los siguientes:


ESPACIOS EN EL RECORRIDO AL EDIFICIO CRONOS


Este espacio me pareció muy cálido, ya que es abierto y con vegetación. Además, los materiales de la construcción me parecieron indicados para contribuir con la sensación que obtuve al visualizarlo. Es por ello que podemos observar que la función de este espacio, que es el de la entrada a la universidad, no coincide necesariamente con mi percepción del mismo.



Este espacio me pareció interesante por los materiales y el diseño utilizados, ya que los vi muy modernos y atractivos al ojo. Además, encierra un terreno en donde se siente el espacio público y como un punto de encuentro para los empresarios que trabajan ahí. Yo, personalmente, me sentiría cómoda encontrándome ahí con mis colegas y entrando al edificio.



Este espacio me pareció algo monóno pero no menos atractivo. El contraste de la rigidez de su diseño con la vegetación de afuera, me pareció interesante; ya que el minimalismo con el que está construido (por diferentes motivos funcionales) permiten que uno quiera recorrerlo y observarlo detalladamente.



El espacio establecido a la entrada del Cronos, me pareció muy sutil y a la vez atractivo. El trabajo de curvas y rectas fue acertado para guiar al observador al edificio; así como la necesidad de seguir recorriendo para llegar al objetivo final, me atrajo mucho.



Por último, el espacio encontrado dentro del Cronos, me interesó ya que al ser un espacio público, me dio la sensación de querer estar ahí. Ya sean por los materiales contrasatantes, por la modernidad del área y de los objetos, por la forma, etc.; me dio la sensación de paz y armonía que el arquitecto quiso transmitir.


En conclusión, para mí, podemos encontrar espacios en todas partes, pero la sensación que uno obtiene al entrar a u observar, uno, puede variar en cada uno.


Publicado por: Jenifer Tello

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Espacios / Dibujos

PUBLICADO POR CLAUDIA CASTILLO

El Salon:


La Rotonda:



Centro Comercial Cronos (Oscar Gonzalez Moix):







PUBLICADO POR GERARDO VARGAS







































PUBLICADO POR JESUS SAGASTEGUI










PUBLICADO POR CRISTINA MUÑOZ:


"EDIFICIO CRONOS"




 PUBLICADO POR PATRICIA ROCA QUICAÑO

 LA ROTONDA
PABELLON  L
 

PABELLON H